Investigadores:
García Miguel A. 12962995
Ravelo Gabriela
En toda la historia de la humanidad, diferentes personajes han sido motores de importancia fundamental para la evolución histórica y política de la sociedad. Desde la antigüedad, los logros de grandes hombres, conquistadores, filósofos, libertadores, han llevado de la mano a la historia hacia el desarrollo que hoy se conoce… hombres…. grandes hombres…. ¿pero que hay de las mujeres?
Alguien alguna vez dijo: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer…”
La historia pocas veces ha dado el tributo necesario a las mujeres que han formado parte de la construcción histórica de las sociedades, mujeres como Cleopatra, Juana de Arco o Catalina de Médicis en la antigüedad, y en la época contemporánea; mujeres como Indira Ghandi, Diana de Gales, Teresa de Calcuta… Muchas de estas mujeres han pasado a la historia por sus grandes convicciones y hechos importantes en diferentes aspectos de la vida social de la humanidad. Algunos con heroicos y dignos objetivos, otros un poco abstractos o controversiales.
En América, una de las mujeres que más ha despertado interés en su vida y su obra política, es Eva Duarte de Perón. Es considerada una de las mujeres más influyentes en la historia política y social de Argentina y de parte del continente. La razón de su fama, y su lugar en la historia, ha estado levemente oscurecida por la controversia, la desconfianza histórica acerca de sus verdaderos “intereses” políticos y por leves manchas de su pasado. Pero lo que si es innegable, es la profunda influencia mística, cultural, social e histórica que para el pueblo Argentino, de antes y de ahora, “Evita” representa.
Para conocer realmente a cualquier personaje, es importante dirigirse a sus raíces… en el caso de Eva Perón, sus raíces se encuentran en Argentina, que geográficamente está localizada en el cono sur de América.
“Limita al Norte con Bolivia, Paraguay y Brasil, al Este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico y al Oeste con Chile. Ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente y tiene forma triangular, con la base en el Norte y el vértice en el Cabo Vírgenes. Tiene una longitud de 3.300 Km. y una anchura de 1385 Km. Posee una superficie de 2.780.400 Km. contando las Islas dispersas en el Atlántico. Su capital y mayor ciudad es Buenos Aires”.[1]
Económicamente, el país desde la década de los años 30 había cambiado completamente su estructura productiva debido a un gran desarrollo de la industria. También como resultado de un impulso industrial generado, principalmente por las necesidades sociales imperantes en la región después de los sucesos políticos de 1930 o la década infame.
[2] “La quiebra del orden constitucional en 1930 torció el rumbo histórico de la República Argentina al minar la evolución de una cultura cívico democrática consagrando en el imaginario popular la confusión de los intereses de clase con los intereses del estado y el autoritarismo, con sus variantes militar y caudillista como fórmula de solución de los problemas sociales, económicos y políticos del país. Tras el golpe de estado de 1930 surgió un estado vulnerable a las tensiones de los distintos grupos de poder, de los cuales las fuerzas armadas se erigieron en árbitro siempre dispuestos a intervenir para restituir el orden. Así, las disputas ideológicas entre los bandos aliadáfilo y nacionalista del ejército en detrimento de la república, la carencia de voluntad política para impulsar el desarrollo industrial y la recesión económica, determinaron el resquebrajamiento del régimen conservador y abrieron camino a un régimen populista de tono fascista impulsado por el movimiento peronista”
Socialmente, el país estaba viviendo una gran migración interna, del campo a la ciudad, empujada por el desarrollo industrial. Ello llevó a un amplio proceso de urbanización y un notable cambio de la población en las grandes ciudades, especialmente Buenos Aires debido a la irrupción de un nuevo tipo de trabajador y trabajadora no europeos. Fueron llamados despectivamente cabecitas negras por las clases medias y altas, debido a que usualmente tenían el pelo, la piel y los ojos más oscuros que el de algunos inmigrantes europeos.
“En 1935 los trabajadores de la construcción de Buenos Aires conducidos por dirigentes comunistas, iniciaron una huelga que duró mas de 90 días. En los barrios de la ciudad se manifestó una amplia solidaridad y en enero la CGT realizó una huelga general de 2 días (la única de la década) al cabo de la cuál los huelguistas obtuvieron la satisfacción de una parte substancial de las demandas. El saldo más importante fue quizás la constitución de la Federación Obrera Nacional de la construcción uno de los sindicatos más importantes y combativos del país. En 1936 se efectuaron muchas huelgas al igual que en 1935 y 1937, coincidiendo probablemente con la reactivación económica. La reacción del gobierno se dirigió también hacia el nuevo sindicalismo combativo: La ley de Residencia fue aplicada en 1937 contra los principales dirigentes de la construcción, comunistas de origen italiano deportados a la Italia fascista. Un manifiesto de la derecha fue el que alertó el resurgimiento de las masas ciegas y la turbia democracia desplaza en 1930 y justificó el fraude patriótico que desde entonces el gobierno utilizó sistemáticamente en favor de los partidos oficialistas”.[3]
Políticamente, el país vivía una crisis profunda de los partidos políticos tradicionales que habían convalidado un sistema corrupto y abiertamente fraudulento fundado en el voto cantado y en el clientelismo. Ese período es conocido en la historia argentina como Década Infame (1930-1943) y fue dirigido por una alianza conservadora conocida como La Concordancia. Ante la corrupción escandalosa del gobierno conservador el 4 de junio de 1943 se produjo un golpe de Estado militar que abrió un confuso período de reorganización y realineamiento de las fuerzas políticas. Al producirse el golpe militar, el teniente coronel Juan D. Perón era un joven integrante de la tercera fila del nuevo gobierno.
En 1943, poco tiempo después de comenzado el gobierno militar, un grupo de sindicatos mayoritariamente socialistas y sindicalistas revolucionarios, encabezados por el dirigente sindical más importante de la década del '30, el socialista Ángel Borlenghi, tomó la iniciativa de establecer contactos con oficiales jóvenes que tuvieran simpatía por los reclamos de los trabajadores. Del lado militar, fueron los coroneles Juan Perón y Domingo Mercante quienes encabezaron el grupo militar que resolvió hacer una alianza con los sindicatos para impulsar el programa histórico que el sindicalismo argentino venía proponiendo desde 1890. Esta alianza fue imponiendo grandes conquistas laborales (convenios colectivos, Estatuto del Peón de Campo, jubilaciones, etc.) y ganando en consecuencia un apoyo popular que le permitió comenzar a ocupar posiciones importantes en el gobierno. El primer cargo lo obtuvo precisamente Perón, cuando fue designado al frente del insignificante Departamento de Trabajo. Poco después obtenía que fuera elevado a la importante jerarquía de Secretario de Estado.
“El apoyo popular, organizado por el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora, le dio la presidencia con el 54% de votos en las elecciones del 24 de febrero de 1946, ganando en todas las provincias menos Corrientes. Desde la presidencia, Perón continuó con las políticas sociales que beneficiaron tanto a la clase trabajadora como al empresariado nacional, sobre todo industrial. Luego del triunfo electoral disolvió los tres partidos que se habían creado para sostener su candidatura, Laborista, Unión Cívica Radical Junta Renovadora y el Partido Independiente, para unificarlos en una sola organización política, llamada primero Partido Único de la Revolución y luego simplemente Peronista o Justicialista. Expandió enormemente la agremiación de los trabajadores en sindicatos que respondían a la corriente laborista y ayudó a establecer el predominio de la Confederación General del Trabajo como central unitaria. El gobierno de Perón de extendería hasta 1952 entre avatares y logros sociales políticos y militares que desembocarían en una reelección en 1952, finalizando su período en 1955 tras un derrocamiento cívico militar, producto de intensos conflictos sociales” (…).[4]
Pero la figura de Perón en la república Argentina, además de ser un pretendido personaje político afianzado en las labores sociales y sindicales, no hubiese sido lo suficientemente estable en su gobierno sin la figura de Eva Perón.
Esta jovencita, llamada María Eva Duarte, según su acta de nacimiento, nacería en Junín, (provincia de Buenos Aires), el 7 de mayo de 1922, sin embargo existe unanimidad en los investigadores para sostener que esa acta es falsa y que fue realizada a instancias de la propia Eva Perón en 1945, cuando estuvo en Junín para contraer matrimonio con el entonces coronel Juan D. Perón.
Hoy se acepta de modo prácticamente unánime que Evita realmente nació tres años antes, el 7 de mayo de 1919, con el nombre de Eva María Ibarguren. En cuanto al lugar de nacimiento, algunos historiadores han escrito erróneamente que Evita nació en el casco urbano de Los Toldos, en Junín, pero nació en un pueblo llamado General Viamonte, esto se trata de un simple error proveniente del hecho de que pocos años después del nacimiento, la familia se instaló en el pueblo, y debido tambien a la proximidad del casamiento de Evita con Juan Perón en 1945. “Evita decidió cambiar su origen humilde del “pueblucho” por el casco urbano de “Junín” y se aumentó tres años”[5] Actualmente, la casa de Junín, en la que se instaló la familia en la calle Francia (actual Eva Perón), es actualmente el Museo Municipal Solar Natal de María Eva Duarte de Perón.
Eva fue hija de Juan Duarte y Juana Ibarguren.
Juan Duarte, conocido como “el vasco” por los vecinos, era un estanciero e importante político conservador de Chivilcoy, una ciudad cercana a Los Toldos. Algunos estudiosos consideran que era un descendiente de inmigrantes franceses de apellido D'Huarte, Uhart o Douart. En la primera década del siglo XX, Juan Duarte fue uno de los beneficiados con las maniobras fraudulentas que comenzó a implementar el gobierno para quitarle la tierra a la Comunidad Mapuche de Coliqueo en Los Toldos, apropiándose de la estancia en la que nació Eva.
Juana Ibarguren, era hija de la puestera criolla Petrona Núñez y del carrero Joaquín Ibarguren. Aparentemente tenía poca relación con el pueblo, ubicado a 20 Km., y por eso se sabe poco de ella, pero debido a la cercanía de su casa con la toldería de Coliqueo tenía estrecho contacto con la Comunidad Mapuche de Los Toldos. En todos los partos de sus hijos fue asistida por una comadrona india que se llamaba Juana Rawson de Guayquil.
Juan Duarte, el padre de Eva, mantenía dos familias, una legítima en Chivilcoy con su esposa legal Estela Grisolía y otra ilegítima, en Los Toldos, con Juana Ibarguren. Se trataba de una costumbre generalizada en el campo, para los hombres de clase alta, antes de los años '40 que aún es frecuente en algunas zonas rurales del país. Juntos tuvieron cinco hijos, pero Juan Duarte no reconoció a ninguno de ellos.
Eva viviría en el campo hasta 1926, fecha en la que el padre falleció y la familia quedó desprotegida completamente, debiendo abandonar la estancia en la que vivían. Estas circunstancias de su niñez, en las condiciones de discriminación de los primeros años del siglo XX, marcaron profundamente a Eva.
“En aquella época la ley argentina establecía una serie de calificaciones infames para las personas si sus padres no habían contraído matrimonio legal, genéricamente llamados hijos ilegítimos. Una de esas calificaciones era la de hijo adulterino, circunstancia que se hacía constar en la partida de nacimiento de los niños. Ese era el caso de Evita, quien en 1945 logró que se destruyera su partida de nacimiento original para eliminar esa tacha infamante” (…)”[6]
La infancia de la pequeña Eva, transcurre en Junín aproximadamente de Agosto de 1930 hasta los primeros meses de 1935, estudió toda su primaria en la escuela Nº 1 Catalina Larralt de Estrugamou.
“allí terminó sus estudios primarios. Sus notas indican que fue una alumna mediana con serias dificultades en una sola materia. Matemáticas. Quizás influyera en su bajo rendimiento las numerosas faltas de asistencia consignadas en sus boletines escolares, pero esto no le impidió destacarse muy pronto entre las chicas de su edad por su afición a recitar. Según Erminda, su hermana, ella fue “la primera maestra de declamación” de Evita. Su maestra de sexto grado, Palmira Repetti asegura que ella descubrió su incipiente talento y la alentó a que siguiera declamando. Los días de lluvia cuando faltaban muchas niñas y se hacía difícil el trabajo regular, Evita tenía permiso para salir de su clase e ir a otras aulas para entretener a las alumnas con sus recitados (…)[7]
Desde entonces, Evita demostró gran interés por las tablas y por la actuación, al poco tiempo de llegar a Junín, Evita tuvo la oportunidad de actuar en un verdadero escenario. Erminda, que había ingresado al Colegio Nacional, pertenecía a la comisión del Centro de Cultura y de Arte, Evita, a pesar de su corta edad, se integró al grupo participando en una representación teatral llamada “Arriba Estudiantes”. Poco después, también en Junín, se enfrentó por primera vez a un micrófono.
“Junto con otros jóvenes recitó un poema en una casa de música cuyo dueño había instalado un altoparlante en la calle y, en ocasiones, lo ponía a disposición de todos aquellos aficionados que quisieran cantar o declamar”[8]
Evita adquirió su experiencia teatral como los otros actores y actrices de su época, “en las tablas”, e ingresó a las mismas yendo a los teatros de la Avenida Corrientes, para buscar trabajo o reemplazar alguna actriz, también se daba vueltas por las confiterías y cafés donde se reunía la gente de teatro, autores, actores, empresarios y directores y entablaba conversaciones de interés.
En 1934, aún sin terminar la escuela primaria, Eva viajó a Buenos Aires pero debió volver al no conseguir trabajo. Terminó entonces la primaria, pasó en familia las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y el 2 de enero de 1935, Evita, con tan solo 15 años, migró definitivamente a Buenos Aires, junto a su madre, quien la acompañó hasta que consiguió un empleo (aunque existen opiniones detractoras que aseguran que Evita se fue con un director de teatro, pero no son fuentes confirmadas)
En un fragmento de La Razón de mi vida, Eva cuenta cuales eran sus sentimientos en ese momento:
“En el lugar donde pasé mi infancia los pobres eran muchos más que los ricos, pero yo traté de convencerme de que debía de haber otros lugares de mi país y del mundo en que las cosas ocurriesen de otra manera y fuesen más bien al revés. Me figuraba por ejemplo que las grandes ciudades eran lugares maravillosos donde no se daba otra cosa que la riqueza; y todo lo que oía yo decir a la gente confirmaba esa creencia mía. Hablaban de la gran ciudad como de un paraíso maravilloso donde todo era lindo y extraordinario y hasta me parecía entender, de lo que decían, que incluso las personas eran allá "más personas" que las de mi pueblo(…)[9]
Al poco de llegar Eva Duarte obtuvo un empleo para actuar en un papel secundario en la compañía teatral de Eva Franco, una de las principales de la época. El 28 de marzo de 1935 debutó profesionalmente en la obra La Señora de los Pérez, en el Teatro Comedias. Al día siguiente el diario Crítica realizó el primer comentario público que se conoce sobre Evita: “Muy correcta en sus breves intervenciones Eva Duarte”
Durante los siguientes años, Eva transitará un camino de escaseces y humillaciones, viviendo en pensiones baratas, y actuando intermitentemente para las compañías de teatro. Su compañero principal en Buenos Aires fue su hermano Juan Duarte, Juancito, cinco años mayor que ella, el hombre de la familia, con quien mantuvo siempre una estrecha relación y que también había migrado a la capital pocos meses antes de que lo hiciera Eva.
“Las actividades de Evita en estos años, aparecen consignados en las revistas de cine y radio como “Sintonía” “Antena” y “Radiolandia”. A través de las mismas se puede apreciar, que aunque no contara con la popularidad que alcanzaría hacia 1944, era una actriz de cierto renombre (…)[10]
Lentamente Eva fue logrando un cierto reconocimiento, participando primero en películas como actriz de segunda línea, también como modelo, apareciendo en la tapa de algunas revistas de espectáculos, pero sobre todo comenzó una carrera exitosa como locutora y actriz de radioteatros. En agosto de 1937 obtuvo su primer papel en un radioteatro.
A fines de 1938, con 19 años, Eva logró encabezar el elenco de la recién creada Compañía de Teatro del Aire junto a Pascual Pelliciotta, otro actor que como ella había trabajado durante años en papeles secundarios. El primer radioteatro que puso en el aire la compañía fue “Los jazmines del ochenta”, de Pedro Blomberg, por Radio Mitre, de lunes a viernes.
Simultáneamente comenzó a actuar más asiduamente en películas como El más infeliz del pueblo, con Luis Sandrini, La carga de los valientes y Una novia en apuros en 1941. En 1941 la compañía puso en el aire el radioteatro Los amores de Schubert, de Alejandro Casona, por Radio Prieto.
En 1942 dio el salto definitivo a la estabilidad económica al ser contratada por la Compañía “Candilejas”, auspiciada por la empresa “Jabón Radical”, que difundiría todas las mañanas por Radio “El Mundo” un ciclo de radioteatros. Ese mismo año, Eva fue contratada por cinco años para realizar diariamente por la noche, un radioteatro llamado “Grandes Mujeres de todos los tiempos”, en el que se dramatizaban las vidas de mujeres famosas. Se transmitió por Radio Belgrano y se hizo sumamente popular. Muñoz Azpiri, el libretista, sería quien años después le escribiría sus primeros discursos políticos. Radio Belgrano, por entonces estaba dirigida por Jaime Yankelevich quien tendría un papel fundamental en la creación de la televisión argentina.
Entre el radioteatro y las películas Eva finalmente logró una situación económica, estable y cómoda. De este modo, en 1942 pudo abandonar las pensiones y comprarse su propio departamento, frente a los estudios de Radio Belgrano, ubicado en el exclusivo barrio de la Recoleta, en la calle Posadas 1567, el mismo donde tres años después comenzaría a vivir con Juan D. Perón.
El 3 de agosto de 1943 Eva comenzó también a actuar sindicalmente y fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer sindicato de los trabajadores de la radio. A partir de este momento, Evita reconoce su gusto por las reivindicaciones y los problemas sociales.
En Septiembre de 1943, firma un contrato importantísimo con Radio Belgrano que puso fin a los años más duros de su vida como actriz. Se le vio llegar a los ensayos con ropa mas cara, de mejor confección y elegantemente peinada, con el pelo alto, recogido.
“La Evita de esa época, ya no es la muchacha callada, de sonrisa dulce. Es una mujer de mirada dura, paso firme, que tiene el triunfo en sus manos. Los años le han dado seguridad en si misma, sabe cuales son las reglas del juego y no deja pasar las oportunidades que se le presentan (…)[11]
Hasta este momento de su vida, en el que parecen solucionarse todas sus carencias, Evita representa el producto mas claro de la sociedad Argentina, una mujer que vivió la escasez, el sufrimiento y el dolor de la ilegitimidad y la pobreza en una Argentina sucumbida en crisis económicas y políticas desde los años de su nacimiento; en una sociedad atrasada culturalmente, con duras leyes y normativas opresivas para la sociedad de menores recursos. Evita representa el resultado de la visión de triunfo motivado por el hambre y las necesidades, representa el papel de una mujer que, contrariamente al mismo destino, a la misma traza y tara social , logra vencer sus propias trabas y surca su propio camino al éxito. Un éxito que poco a poco comienza a crecer con la llegada a su vida del Teniente Coronel Juan Domingo Perón, que, si bien con el transcurso del tiempo representa el amor mas puro y verdadero, simboliza, para muchos historiadores, en los primeros años de su relación, un trampolín del éxito desde las cabinas radiales y cámaras fotográficas, directamente al corazón del pueblo y al balcón de la Casa Rosada.
Eva, con 24 años, conoció a Perón, viudo desde 1938, el 22 de enero de 1944 en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo y Previsión con el fin de condecorar a las actrices que más fondos habían recaudado en la colecta de solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló la ciudad de San Juan. Las actrices que resultaron premiadas fueron Niní Marshall y Libertad Lamarque.
“es indudable que esa noche Perón y Evita estuvieron juntos en el Luna Park, que conversaron animadamente y que a partir de esa fecha se inicia un vínculo profundo entre ellos. Pero en realidad para ese entonces ya se habían visto por lo menos una vez o en visitas a Radio Belgrado o unos días antes en la secretaría de trabajo y previsión (…) A pesar de que en “La razón de mi vida” Evita describe el día en que conoció a Perón como “Un día maravilloso” no agrega ningún detalle adicional. Por su parte, Perón ha sido más explícito: “Evita entró en mi vida traída por el destino”, recuerda en su libro Del poder al exilio: “Fue un trágico terremoto que se abatió sobre la provincia de San Juan, en la Cordillera y destruyó casi por entero la ciudad, quien me hizo encontrar a mi mujer” (…) El vínculo entre Perón y Evita se consolidó en los días siguientes al festival, a pesar de ser éste un momento de intensa agitación política motivada por la ruptura de relaciones con el eje, el 26 de Enero de 1944. En esa semana Perón y Evita se mostraron juntos en público por primera vez. Acompañado por su amigo Mercante, Perón asistió a la transmisión del programa radioteatral de Evita y una vez terminado el mismo, posaron todos para los fotógrafos”[12]
En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos en un departamento de esta última, de la calle Posadas. Eva siguió desarrollando su carrera artística. Por entonces Eva trabajaba en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el radioteatro Tempestad (18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en dos películas, "La cabalgata del circo", con Hugo del Carril y Libertad Lamarque y "La pródiga" que no llegó a estrenarse en su época.
Los conflictos políticos en que se vio inmersa La República Argentina en el año 45, fueron de primordial importancia en la relación de Evita y Perón, siendo éste figura resaltante en tales hechos, tanto así que la confrontación entre sectores sociales se agudizó y la oposición entre alpargatas y libros se transformó en peronismo y antiperonismo.
El 8 de octubre a la noche se produjo un golpe de Estado dirigido por el general Eduardo Avalos que exigió de inmediato y obtuvo la renuncia de Perón al día siguiente a su cargo de Ministro de Guerra. Durante una semana los grupos antiperonistas tuvieron el control del país pero no se decidieron a tomar el poder. Perón y Eva permanecieron juntos, circulando por diversas casas, entre ellas la de Elisa Duarte, la segunda hermana de Eva. El 13 de octubre Perón fue detenido en el departamento de la calle Posadas y confinado en la cañonera “Independencia” que zarpó hacia la Isla Martín García.
Ese mismo día Perón le escribió una carta a su amigo el Coronel Mercante en la que le menciona a Eva Duarte, llamándola Evita: “Le encargo mucho a Evita, porque la pobrecita tiene sus nervios rotos y me preocupa su salud. En cuanto me den el retiro, me caso y me voy al diablo” El 14 de octubre Perón le escribió a Eva una carta desde Martín García en la que le dice entre otras cosas:
... “Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos... ¿Qué me decís de Farrell y de Avalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida... Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos....Trataré de ir a Buenos Aires por cualquier medio, de modo que puedes esperar tranquila y cuidarte mucho la salud. Si sale el retiro, nos casamos al día siguiente y si no sale, yo arreglaré las cosas de otro modo, pero liquidaremos esta situación de desamparo que tú tienes ahora...Con lo que yo he hecho estoy justificado ante la historia y se que el tiempo me dará la razón. Empezaré a escribir un libro sobre esto y lo publicaré cuanto antes, veremos entonces quien tiene razón”...[13]
A partir de estos hechos, se va involucrando lentamente Evita a la vida política de perón, si bien porque éste la utiliza durante su exilio, o porque Evita se siente atraída por sus causas políticas. La relación de los dos se fortalece en el exilio y Evita comienza a sentirse comprometida, además de con el Perón hombre, tambien con el Perón luchador social y político.
“Es posible que como muchos otros actores y actrices, Evita hubiera apoyado la política de Perón sin haberlo conocido personalmente, pero en su caso, es indudable que sus actividades son la consecuencia directa de la convivencia con él y sobre todo de la manera en que ambos estructuran y definen su relación. En esta instancia, la personalidad de Perón tiene una importancia decisiva pues en vez de alejar a Evita de su mundo, y como la gran mayoría de los hombres, separar su trabajo de su vida afectiva, la incluye en el o la deja introducirse en el”[14]
Por entonces parecía que Perón había sido definitivamente desplazado de la actividad política y que, en el mejor de los casos, se retiraría con Eva, para vivir en la Patagonia. Sin embargo a partir del día 15 de octubre los sindicatos comenzaron a movilizarse para exigir la libertad de Perón, hasta desencadenar la gran manifestación del 17 de octubre que finalizó con su liberación, provocó la recuperación de las posiciones en el gobierno que tenía la alianza militar-sindical y abrió el camino para la victoria en las elecciones presidenciales.
La actividad de Eva el 17 de octubre de 1945 es muy discutida entre los historiadores. La versión tradicional le asignó un papel decisivo en la movilización de los trabajadores que ocuparon Plaza de Mayo, se dice que recorrió calles, barrios obreros, arregló autobuses, coches camiones y trenes para traer cargamentos de obreros hacia el corazón de la ciudad para manifestar contra el golpe a Perón y su regreso al mando, sin embargo se encuentra probado que su papel en esas jornadas fue muy limitado si es que jugó alguno. En ese momento, Eva Duarte aún carecía de identidad política, de contactos en los sindicatos y de apoyo firme en el círculo íntimo de Perón, además, el periodista Héctor Daniel Vargas ha revelado que el 17 de octubre, Eva Duarte estaba en Junín seguramente en la casa de su madre, y menciona como prueba, un poder firmado por ella ese mismo día en esa ciudad. Al parecer podría haber llegado a Buenos Aires esa tarde. Los testimonios históricos son abundantes en señalar que el movimiento que liberó a Perón fue organizado directamente por los sindicatos en todo el país y la CGT y no por Evita, sin embargo, en su propia autobiografía; Evita señala:
“Desde que Perón se fue hasta que el pueblo lo reconquistó para él, mis días fueron jornadas de dolor y fiebre, me largué a la calle buscando amigos que podían hacer algo por el (…) anduve por todos los barrios de la ciudad conociendo todo el muestrario de corazones que laten bajo el cielo de mi patria, las generosas puertas se fueron abriendo lentamente(…) gracias a todos mis descamisados que hicieron posible la zaga de reencuentro con Perón y su Patria(…)[15]
Otra versión del papel realizado por Evita durante los sucesos de la Plaza de Mayo, es la que nos ofrece Maryssa Navarro, una de las más famosas biógrafas de Evita, que argumenta lo siguiente:
“Hasta el momento, el examen de las fuentes no permite otra conclusión. Si no hubiese sido por las fuerzas sindicales y el pueblo Argentino, no se habría podido hacer nada por Perón (…) Evita no habría podido conocer lo suficiente a los dirigentes gremiales, pero si al pueblo que lo colocó(…) esos días le confirmaron el lazo profundo con Perón y le otorgaron una opinión fundamental, pues a partir de éstos sucesos, dejó de ser la actriz Eva Duarte para transformarse en “La compañera Evita” líder y amiga de los descamisados(…) En un discurso de 1947 dice: “cuando fue de noche para la argentinidad y para mi corazón de mujer, cuando había perdido todas mis esperanzas, mis queridos descamisados me devolvieron al coronel Perón(…) mis palabras no tienen mas valor que significarles una deuda que tengo con ustedes (descamisados) que no podré saldar jamás.”[16]
Si bien posee importancia histórica la veracidad en cuanto a los hechos de Evita durante los sucesos de la Plaza de Mayo que devolvieron al poder a Juan Domingo Perón, no le resta importancia al efecto, que sin lugar a dudas, marcó dichos sucesos en Evita, y que condicionan su construcción histórica para Argentina. Gracias a estos sucesos, Evita se reconoció entre los miles de hombres y mujeres que como ella habían venido del interior, del hambre y el frío, a los que Perón había transformado su vida. En La mitología Peronista, el 17 de Octubre de 1945 marca el nacimiento oficial de Evita, de allí que en los años posteriores se dedicara a pagar la deuda de honor con sus descamisados a través de infinitas ayudas y regalías sociales, una vez en el poder.
Luego de los hechos del 17 de octubre y como Perón había dicho en sus cartas, pocos días después, el 22 de octubre se casó con Eva en Junín, en la Escribanía Ordiales que funcionaba en una casona ubicada en el centro de la ciudad que aún existe. El escritorio utilizado para confeccionar el acta de matrimonio civil se encuentra actualmente expuesto en el Museo Histórico de Junín. Dos días después se realizó la ceremonia de matrimonio católico en la iglesia de San Francisco, orden muy apreciada por Eva, en la ciudad de La Plata.
La crisis de Octubre completó su transformación. Destruidas las huellas de su ilegitimidad, casada con Perón y habiendo comprendido lo que el representaba para los descamisados, descubrió lo que éstos significaban en su propia vida. Creyéndose liberada de su pasado y dispuesta a pagar su deuda de honor, a través de ellos, se reencontró a si misma, pues fue entonces que comenzó a aflorar con fuerza creciente el sentimiento de indignación de injusticia social que había callado durante tanto tiempo. Acossano, en una biografía de Evita, al respecto, cita las siguientes palabras:
“Yo empecé a sentir en esa forma, en esos días en que a Perón no lo habían sentido mucho menos interpretado los ricos, los poderosos; pero lo interpretaban los de abajo, los pobres, los humildes, los explotados por la injusticia de arriba”[17]
Eva comenzó abiertamente su carrera política acompañando a Perón, como su esposa, en la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946. Su participación fue una novedad en la historia política argentina. En aquel momento las mujeres carecían de derechos políticos (excepto en San Juan) y las esposas de los candidatos tenían una presencia pública muy restringida y básicamente apolítica. Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras.
El 8 de febrero de 1946, pocos días antes de finalizar la campaña, el Centro Universitario Argentino, la Cruzada de la Mujer Argentina y la Secretaría General Estudiantil organizaron un acto en el estadio Luna Park para manifestar el apoyo de las mujeres a la candidatura de Perón. Debido a que Perón no pudo asistir por encontrarse agotado, se anunció que María Eva Duarte de Perón lo reemplazaría en el uso de la palabra. Era la primera vez que Evita hablaría en un acto político. Sin embargo la oportunidad resultó frustrada porque el público reclamó airadamente la presencia de Perón e impidió que pudiera pronunciar enteramente su discurso.
Durante la campaña electoral Eva no pudo ir más allá de su condición de esposa de Perón. Sin embargo ya en ese momento era evidente que su intención era desempeñar un papel político autónomo, incluso aunque las actividades políticas estuvieran prohibidas para las mujeres. Esta visión que ella misma tenía de su papel en el peronismo está expresada en un discurso pronunciado años después, el 1 de mayo de 1949:
“Quiero terminar con una frase muy mía, que digo siempre a todos los descamisados de mi patria, pero no quiero que sea una frase más, sino que vean en ella el sentimiento de una mujer al servicio de los humildes y al servicio de todos los que sufren: "Prefiero ser Evita, antes de ser la esposa del Presidente, si ese Evita es dicho para calmar algún dolor en algún hogar de mi patria"[18]
El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones triunfando la fórmula Perón-Quijano con un 54% de los votos. A partir de ese momento, y al sentirse oficialmente responsable de cumplir ciertas promesas realizadas durante la campaña, Evita comenzó una jornada social, incipiente los primeros años y de magnitudes titánicas con el transcurrir del tiempo, éstas actividades, significan los actos mas importantes de Evita en su aceptación social y en su construcción como figura política y social, si bien rezagada tras la figura de Perón, mucho mas directa, personal y cercana a las verdaderas realidades y necesidades sociales del pueblo.
En Julio de 1946, la prensa comenzó a publicar noticias sobre Doña María Eva Duarte de perón y sus actividades fueron totalmente documentadas:
“El 14 de Junio asistió a un acto en la asociación de hospitales y sanatorios. El 5 de Julio inicia la campaña de ayuda a los niños pobres de las provincias, días mas tarde frecuenta la Unión Ferroviaria, en Agosto recorre la fábrica Nacional del Calzado, distribuye juguetes en el Hotel de inmigrantes, es asidua discursiva en radio y prensa y asiste a todos los actos al lado de Perón”[19]
Además de visitar gremios, repartir ropa y acompañar a Perón, iba todos los lunes, miércoles y viernes a la Dirección de Correos y Comunicaciones; en el 4º piso habían habilitado una oficina donde recibía a todo el pueblo que deseaba hablar con Perón y eran atendidos por ella y su secretaria Isabel Ernst. Luego le fue concedida una oficina en el Ministerio del Trabajo y Previsión Social donde recibía al menos 200 peticiones de ayuda diaria, a las que Evita atendía y remediaba y con ayuda de empresas y del Fondo Público Social, entregaba donaciones de dinero, víveres y enseres.
“las actividades de Eva, primero desde su oficina de correos y luego en la secretaría o Ministerio del Trabajo, despertaron menos resistencias entre los obreros que entre los viejos sindicalistas. José Presta, un dirigente del gremio de la carne que la conoció en una entrevista que tuvo lugar en Correos la describe “cautelosa, protocolar, parca al hablar. Me dio la impresión de que le daba vergüenza hablar en público. Repetía dos o tres veces los mismos argumentos de manera distinta, empleando diferentes palabras(…)” los obreros aceptaron la presencia de Evita en el Ministerio del trabajo como un hecho mas de la Argentina Peronista, donde el presidente se quedaba en mangas de camisa cuando se reunía con ellos; donde ser un descamisado representaba orgullo de trabajador y Perón era el proclamado el primer trabajador, ¿Qué había de extraño en que su esposa se pusiera a trabajar con él? Además, pronto descubrieron que Eva efectivamente transmitía sus pedidos a Perón y que algunos de sus problemas se resolvían como cuando él era secretario del trabajo”[20]
Al principio, las actividades de Eva Perón causaron cierta extrañeza al pueblo, que no estaba acostumbrado a la figura de la primera dama, tan comprometida con actos sociales, sino relegada a un segundo plano. La alta sociedad no se cansaba de abuchearla y recordarle su procedencia, a lo que Evita no le prestaba la menor importancia, mas que eso, parecía retar a la clase oligarca con sus acciones. “Hay en la mirada de Eva un aire triunfante y desafiante a la vez, insiste en hacerse llamar Doña María Eva Duarte de Perón sabiendo que irrita a todos que deseaban llamarle la ex actriz Eva Duarte” [21] La influencia que va adquiriendo le proporciona un inquietante placer, sabe lo que quiere y lo consigue a diario.
Las razones personales que Evita pueda haber tenido para iniciar ciertas actividades inconcebibles en una primera dama a partir de 1946, no alcanzan a explicar su extraordinaria carrera política. Una cosa es que visitara fábricas, que acompañara frecuentemente a Perón o emprendiera obras de ayuda social, otra que se introdujera lentamente en la estructura de poder y cumpliera funciones políticas de relevancia en el primer gobierno peronista. Se debe reconocer, que el hecho de que esto sucediera tambien radica en la decisión de Perón de delegar en ella su contacto con los trabajadores:
“al delegar el contacto de los trabajadores en Evita, ella adquirió la legitimidad necesaria para iniciar sus actividades. Su vínculo con él y su indudable talento en el desempeño de sus múltiples actividades, le permitieron incrementar su influencia, pero no consiguió afirmarse enteramente en sus funciones, hasta el momento en que Perón completó la consolidación de su propio poder hacia 1948”[22]
Las labores sociales de Evita continúan día tras día. El 17 de octubre de 1947, en la celebración del primer aniversario, da un discurso desde el balcón de la casa Rosada, uno de los mas importantes de su carrera. Meses mas tarde, visita el barrio “bañado de flores” que poseía focos de infección y consiguió construir mas de 50 casas en el Barrio Dodero, para que fueran trasladadas. Este aspecto de asistente social, cobra amplitud con el paso de los meses. En Diciembre distribuye mas de 10.000 paquetes de ropa y comida y así sucesivamente Evita alcanza una posición muy importante pero indefinida en la escala del poder, es llamada la “Dama de la Esperanza” y la “primera samaritana Argentina”
A nivel gremial, que en todo caso se trata del bloque de trabajadores que llevaron a Perón al poder; Evita da sus primeros pasos con sumo cuidado, se sentía poco segura, escuchaba los problemas que se planteaban, hacía preguntas y prometía pasar los pedidos a las autoridades competentes o sugería a veces la manera de solucionar la cuestión, pero siempre con una sonrisa a flor de piel, ponía cómodos a sus interlocutores. Sobre ella, el diario Newsweek de Buenos Aires publicó: “nadie tiene tanta influencia sobre su líder, como su mujer, la ex actriz Eva Duarte, que se está convirtiendo rápidamente en la mujer detrás del trono”
Uno de los logros mas representativos de Evita para convertirse en esa “mujer detrás del trono” y ubicarla en el plano político e histórico contemporáneo fue el logro de la inserción de la mujer en los procesos electorales. Esta hazaña tiene sus antecedentes justamente tres meses luego de ganar Perón su primera candidatura presidencial, El 27 de febrero de 1946, cuando Evita pronunció su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres su apoyo a la candidatura de Perón. En esa oportunidad Evita exigió la igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio femenino.
El proyecto de ley fue presentado inmediatamente después de asumido el nuevo gobierno constitucional, el 1 de mayo de 1946. La oposición de los prejuicios conservadores resultaba evidente, no solo entre los partidos opositores sino incluso dentro de los partidos que sostenían el peronismo. Evita presionó constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando incluso protestas de estos últimos por su intromisión.
A pesar de que era un texto brevísimo en tres artículos, que prácticamente no podía dar lugar a discusiones, el Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946, y hubo que esperar más de un año para que la Cámara de Diputados sancionara el 9 de septiembre de 1947 la Ley 13.010, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en la Argentina. Finalmente, la Ley 13.010 se aprobó por unanimidad.
“cuando Perón firma el decreto, se lo entrega simbólicamente a Evita, entre la aclamación de la multitud. Tanto la literatura peronista como la antiperonista atribuyen este éxito en parte al trabajo de Evita y sus esfuerzos de movilización popular y cívica, a través de campañas y a influencias ejercidas ante senadores amigos y legisladores de las cámaras”[23]
La presencia femenina en las decisiones políticas, se consolidó, después de su derecho al voto, con la creación del Partido Peronista Femenino, hacia 1949.
“hacia el mes de Julio de 1949, el Partido peronista celebró una reunión para echar las bases de su organización definitiva y de los 6000 delegados 1000 eran mujeres. Estas se trasladaron al Teatro Nacional Cervantes a una alocución de Evita, en la que fue proclamada Presidenta del Nuevo Partido Peronista Femenino. El discurso pronunciado sentó las bases ideológicas de porque la mujer debía formar un movimiento político. Subrayó que la mujer era doblemente víctima en todas las injusticias, se refirió a la opresión en el hogar, la fábrica y la sociedad, considerando al género como fuerza moral de la patria.[24]
La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida que garantizó el artículo 37 (II.1) de la Constitución de 1949. El texto fue directamente escrito por Eva Perón. En 1955 la Constitución fue derogada, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del hombre sobre la mujer. La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía constitucional, y la mujer argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de Alfonsín.
Con los logros políticos de Eva, tanto en el campo femenino como en el gremial y sindicalista, despertaron a nivel nacional e internacional, diferentes observaciones y elucubraciones referentes a la veracidad de sus intenciones, además, muchas de sus obras sociales fueron interceptadas por sectores de la sociedad oligárquica aún existente en Argentina, que no la aceptaban del todo en su entorno, tomando como referencia su pasado de actriz y sus oscuros datos de procedencia.
¿Cuál es el motivo de tantas obras sociales de Eva Perón? ¿Cuál es el motivo de su infatigable lucha por el pueblo, sus arduas horas diarias de trabajo? Algunos basaron sus respuestas en una supuesta ambición desmesurada:
“No le alcanzaba con ser la primera dama, dice mary Main, pues la megalomanía no cesa nunca de hostigar a sus víctimas ya que ningún poderío puede satisfacerlas y Eva, como el náufrago sediento que bebe agua del mar, se veía devorada por una sed insaciable, acrecentada por cada aumento de influencia, que habría de conducirla, si la muerte no se le adelantaba, a la insanía”[25]
Según esta interpretación, el único objetivo de Evita a partir de 1946 fue acumular el mayor poder posible para vengarse de los múltiples agravios que había recibido, principalmente el haber nacido pobre, ilegítima y haber sufrido insultos por parte de la oligarquía, pues ésta rehusó aceptarla como primera dama. Sin embargo, estas interpretaciones no pudieron encontrar fundamento delante de las múltiples acciones sociales emprendidas por Eva, y que, como dijo Mary Main, la muerte se le “adelantó” antes de comprobar dicha teoría.
La vida de Eva Perón hacia finales de 1946 e inicios del 47, la ubicaron en un plano político de cierta fama a nivel internacional, por lo que realiza una gira por Europa llamada por ella misma la “Gira del Arco Iris” desde el 6 de Junio hasta el 23 de Agosto de 1947.
Durante la misma visitó España (18 días), Italia y el Vaticano (20 días), Portugal (3 días), Francia (12 días), Suiza (6 días), Brasil (3 días) y Uruguay (2 días). Su intención oficial era oficiar de embajadora de buena voluntad y conocer los sistemas de ayuda social instalados en Europa con la obvia intención deb impulsarla a su regreso y hacerse cargo de un nuevo sistema de obras sociales. En el cortejo viajó el padre jesuita Hernán Benítez, por quien ella se dejaba aconsejar, y que tendría influencia, a su vuelta, en la creación de la Fundación de Ayuda Social Eva Perón.
España, fue la primera escala de su viaje, “fue recibida con vítores, 41 aviones, alfombras, tapices, flores, miles de simpatizantes. Realizó banquetes, conferencias, y discursos ante miles de obreros y civiles. Recorre en 25 días casi toda España, es adorada por todos, inclusive cerraban los establecimientos para verla” Es entrevistada por el dictador Francisco Franco quien le entrega la más grande condecoración “la Gran Cruz de Isabel La Católica”[26]. Estuvo en Villa Cisneros, Madrid, Segovia, Galicia, Sevilla, Granada y Barcelona. Hay decenas de testimonios sobre el desagrado de Evita acerca del modo que se trataba a los obreros y a las personas humildes en España. Mantuvo una situación tirante con la esposa de Franco, Carmen Polo, debido a su intento de mostrarle el Madrid histórico de los Austrias y los Borbones en lugar de los hospitales públicos y los barrios obreros. También cuestionó con diplomacia los fusilamientos sumarios que ejecutaban contra los opositores pidiendo por la vida y obteniendo el perdón de la militante comunista Juana Doña.
De regreso en la Argentina, contaría: “A la mujer de Franco no le gustaban los obreros, y cada vez que podía los tildaba de "rojos" porque habían participado en la guerra civil. Yo me aguanté un par de veces hasta que no pude más, y le dije que su marido no era un gobernante por los votos del pueblo sino por imposición de una victoria. A la gorda no le gustó nada”[27]
El viaje continuó por Italia, al llegar no tuvo la misma y calurosa recepción que en España, sólo la recibió el Ministro de Relaciones Exteriores, 81 niños “Della Opera Nazionale” y 7 vehículos escoltas. Almorzó con el ministro de Relaciones Exteriores, visitó guarderías infantiles y recibió críticas de grupos comunistas que asimilaban el peronismo al fascismo.
En el Vaticano fue recibida por el Papa Pío XII, quien le entregó el rosario de oro y la medalla pontificia que llevó en sus manos al momento de morir, luego de mantener una reunión a solas de 15 minutos. De lo que allí hablaron el Papa y Eva no ha quedado ningún testimonio directo, con excepción de un breve comentario posterior de Perón sobre lo que su esposa le había contado. El diario La Razón de Buenos Aires cubría la noticia del siguiente modo:
“El Papa la invitó entonces a tomar asiento junto a su escritorio y comenzó la audiencia. Ni una sola palabra se ha dado a conocer oficialmente de la conversación que sostuvieron el Sumo Pontífice y la señora de Perón, pero un miembro de la casa papal indicó que Pío XII le hizo presente a la señora de Perón su agradecimiento personal por la ayuda que la Argentina ha prestado a las naciones europeas azotadas por la guerra, y por la colaboración que ha prestado la Argentina en la obra de socorro de la Comisión Pontificia. Al cabo de 27 minutos, el Sumo Pontífice oprimió un pequeño botón blanco en su escritorio. Una campanilla sonó en la antecámara y la audiencia llegó a su fin. Pío XII obsequió a la señora de Perón un rosario con una medalla de oro conmemorativa de su pontificado” [28]
Luego de visitar Portugal, donde fue recibida por multitudes, se dirigió a Francia, donde fue afectada por la publicación realizada por la revista “France Dimanche” de una foto de Eva en una propaganda de jabón realizada algunos años atrás, en la que aparecía con una pierna descubierta, algo muy cuestionable para una mujer según los estándares morales machistas de entonces. De todos modos se entrevistó con el presidente de la Asamblea Nacional, el socialista Edouard Herriot, entre otros políticos. El jesuita Benítez la llevó a Notre Dame a hablar con el Nuncio Apostólico en París, Monseñor Angelo Giuseppe Roncalli, futuro Papa Juan XXIII, quien le dio la siguiente recomendación: “Si de verdad lo va a hacer le recomiendo dos cosas: que prescinda por completo de todo papelerío burocrático, y que se consagre sin límites a su tarea” [29] Francia demostró con Evita la hospitalidad que lo caracteriza, otorgándole como vehiculo privado durante su estadía el auto de Charles de Gaulle y la condecoración de la “Legión de honor” además de ser hospedada en el Hotel Ritz. Evita firma en Francia un abultado tratado entre Francia y Argentina para comercios de carne y trigo.
La gira continuó por Suiza, donde se entrevistó con dirigentes políticos. Sobre su escala en Suiza se han realizado muchas especulaciones intentando atribuirla a hechos de corrupción, pero los historiadores no han encontrado pruebas que permitan sostenerlas. Fue víctima de dos atentados uno con piedras y otro con tomates, pero resultó ilesa. Finalmente descartó visitar Gran Bretaña debido a que la familia real se encontraba en Escocia y antes de volver visitó Brasil donde presenció la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz. Luego visita Uruguay y regresa a Argentina en Agosto presentando lo que después se conocería como los primeros síntomas de su enfermedad.
Durante toda su gira a Europa, Evita disfrutó en muchas ocasiones de las mejores galas, lucía trajes elegantísimos de diseñadores, bordados en oro y pedrería preciosa, increíbles sombreros (cuestión que la caracterizaba) y carteras que la colocaron como la mujer mejor vestida de la época para la revista People y otras revistas de moda. Así mismo disfrutó de los mejores hoteles, playas privadas, agasajos y reuniones sociales donde dio muestras de un carisma y encanto sin igual.
Al regresar de Europa, Evita otorgó toda su atención a un nuevo proyecto, quizás el de mayor envergadura en toda su obra de significancia social. “La Fundación Eva Perón”. La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista fue la ayuda social orientada a atender la pobreza y otras situaciones sociales de desamparo. Tradicionalmente en la Argentina esa actividad estaba en manos de la Sociedad de Beneficencia, una antigua asociación cuasi-estatal creada por Bernardino Rivadavia a principios del siglo XIX dirigida por un selecto grupo de mujeres de la clase alta. Ya en la década del '30 comenzó a ser evidente que la Sociedad de Beneficencia como organización, y la beneficencia como actividad, se habían vuelto obsoletas e inadecuadas para la sociedad urbana industrial. A partir de 1943, la Sociedad de Beneficencia comenzó a ser reorganizada y el 6 de septiembre de 1946 fue intervenida. A partir de entonces, el peronismo debió asumir la tarea de modernizar la asistencia y la ayuda social. Parte de esa tarea fue desarrollada a través del exitoso plan de salud pública que llevó adelante el Ministro de Salud Ramón Carrillo; parte fue desarrollada a partir de las nuevas instituciones de previsión social como la generalización de las jubilaciones y pensiones; y parte fue desarrollada por Eva Perón desde la Fundación Eva Perón.
Inmediatamente después de regresar de su gira europea Evita organizó una Cruzada de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón orientaba a atender ancianos y mujeres desamparadas, mediante subsidios y hogares temporarios. El 8 de julio de 1948 se creó la Fundación Eva Perón presidida por Evita, que desarrolló una gigantesca tarea social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras, y mujeres que eran único sustento de familia, pertenecientes a los estratos más carenciados de la población.
La Fundación realizó un amplio espectro de actividades sociales, desde la construcción de hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, hasta el otorgamiento de becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promoción de la mujer en diversas facetas. La Fundación realizaba anualmente los famosos Juegos Infantiles Evita y Juveniles Juan Perón, en los que participaban cientos de miles de niños y jóvenes de sectores humildes, que a la vez que promovía el deporte permitió también realizar masivos controles médicos. La Fundación entregaba también masivamente, cada fin de año, sidra y pan dulce a las familias más carenciadas, hecho este último muy criticado por los opositores.
En “la Razón de mi vida” Evita se refiere a la fundación:
“cuando advertí que mi voz, todavía tímida, había sido escuchada por los descamisados de mi país, cuando empecé a ver que llegaban cartas y mas cartas, hombres, mujeres y niños se agolpaban a las puertas de mi residencia privada, me di cuenta de la empresa que empezaba. Al principio atendí todo sola, después tuve que pedir auxilio (…) En un garaje abandonado de la residencia presidencial fui acumulando azúcar, telas, ropa, calzado, etc. Y luego largas filas se agolpaban a recogerlos o se dirigían a diferentes lugares a entregarlos personalmente”[30]
En Agosto repartió 10000 paquetes en escuelas y en Diciembre Sidra y panecillos a 6000 personas en el Parque Patricios y 9000 mas en el parque Vicente López. Para las navidades de 1947, el número de juguetes superaba los 5000000 en respuesta a más de 10000 cartas diarias.
Los esfuerzos de Evita, desorganizados, espontáneos, exigían una estructura pues los pedidos de ayuda no cesaban, llegaban de todos los rincones de la República. El dinero que Evita recibía para sus obras, provenía de donaciones, pero principalmente del Fondo del Ministerio de hacienda quien había creado una cuenta titulada “Obras de ayuda social” en el Banco central. Con este apoyo, las obras de Evita pasan de ser de menor índole a construcciones de gran escala. Mas de 1500 escuelas, 8 policlínicas con 80.000 camas, 25.000 viviendas, 2 barrios enteros (como ciudad Evita) mas de 10 hoteles y hogares de ancianos, 2 universidades, casas de ayuda a la mujer, patrocinios de equipos deportivos, farmacias populares, líneas de autobuses públicos, etc. Evita no rendía cuentas a nadie, la Fundación se coronó como una organización “Paraestatal” y como el mejor ejemplo del poder de Evita, integrada a la estructura del poder de manera informal, sin limitaciones institucionales, su influencia y su labor, eran solo controladas por Perón.
De las obras realizadas por la Fundación que han permanecido pueden destacarse el complejo habitacional Ciudad Evita en el Partido de La Matanza (Gran Buenos Aires), gran cantidad de hospitales que en la actualidad suelen llevar el nombre de Evita, o Eva Perón, la República de los Niños en Gonnet (provincia de Buenos Aires), etc.
La Fundación realizó también ayudas solidarias para diversos países como Estados Unidos e Israel. En 1951, Golda Meir, por entonces Ministra de Trabajo israelí y una de las pocas mujeres que en el mundo habían alcanzado una posición política destacada en democracia, viajó a la Argentina para entrevistarse con Eva Perón y agradecerle las donaciones a Israel en los primeros momentos de su creación.
La preocupación especial de Eva Perón por los ancianos la llevó a redactar y proclamar el 28 de agosto de 1948 el llamado Decálogo de la Ancianidad, una serie de derechos de los ancianos que al año siguiente fueron incorporados a la Constitución en 1949. Los 10 Derechos de la Ancianidad eran: asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física, cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto. En 1956 la Constitución de 1949 fue derogada por una proclama militar y los derechos de la ancianidad nunca más volvieron a tener jerarquía constitucional.
La Fundación Eva Perón funcionaba en un gran edificio especialmente construido ubicado en Paseo Colón 850 de la ciudad de Buenos Aires, a una cuadra de la CGT. Cuando se produjo el golpe militar de 1955 que derrocó al Presidente Perón, la Fundación fue asaltada destruyéndose las grandes estatuas de Leone Tommasi que se encontraban en su frente y el edificio fue entregado a la Universidad de Buenos Aires. Actualmente allí funciona la Facultad de Ingeniería.
Todas estas labores perecederas y no, aseguraron el amor y la benevolencia de Evita por su pueblo, y éste le respondía recíprocamente. Además de esto, la actitud de compañera “igual” de Evita para con los pobres y mas necesitados, la coloca en un nivel superior y espiritual. Evita no solo ayuda materialmente a sus descamisados, los consuela y los libera espiritualmente. Es en este período que comienza a crearse la figura de Evita como líder espiritual en el imaginario popular, que crecería con su muerte y sus extrañas circunstancias posteriores a ella.
El sufrimiento de los pobres es el objetivo primordial en las labores de Evita:
“El sentimiento de indignación ante la injusticia social, se ha transformado en una pasión que me domina incontrolablemente (…) porque conozco las almas destrozadas por el dolor y la injusticia, he visto de cerca las víctimas que han hecho los ricos y los poderosos explotadores del pueblo”[31]
El contacto diario, prolongado e intenso con las miserias y angustias de todos los que venían a pedir su ayuda, definió en gran medida la personalidad de Evita en los últimos años de su vida. Recuerda el Padre Hernán Benítez:
“la vi besar al leproso, al tuberculoso, al canceroso, la vi distribuir amor, abrazarse a los harapientos y llenarse de liendres y piojos, la vi sentirse hermana del pobre y no superior a ellos. Sin embargo, no fue santa porque no renunció ni a la riqueza ni los honores”[32]
Como si supiera que su vida iba a ser corta, con urgencia febril, Evita exigía de sí misma y de sus colaboradores un compromiso total. No terminaba una tarea cuando ya tenía que empezar otra, como si antes de morir tuviera que dejar la mayor cantidad posible de obras realizadas. “Aunque su salud parecía inquebrantable, comenzaba a cansarse mucho, pero esto solo le daba más ánimo y mas voluntad para continuar”[33]
El año 1950, proclamado oficialmente “Año del Libertador San Martín” empezó mal para Evita quien sufrió un desmayo durante una inauguración sindical de conductores de taxis. Se trataba de una apendicitis y fue operada. A los 20 días se reestableció y continuó con su labor gremial, pero los trajines y el arduo trabajo comenzaron a debilitar su salud.
“Por lo general, su jornada terminaba a las 3 y 4 de la madrugada desde las 8 y 9 de la mañana. Poca alimentación (solo huevos, café y jugos abundantes) continuas discusiones y reuniones en las que intentaba parecer radiante e inquebrantable. Su vida era un compromiso total, tanto, que a veces Perón se quejaba de haber perdido a su mujer. Ni los amigos ni los familiares contaban, y aunque ni fumaba ni bebía, sus arduas labores la denotaban pálida, muy delgada y cansada”[34]
A finales del año 50 su salud comenzó a decaer visiblemente, demostraba agotamiento, fuertes hemorragias, fiebre persistente, piernas hinchadas y mirada triste. Su piel de niña se había vuelto transparente y sus grandes ojos cercados de profundas ojeras negras. Continuos exámenes eran rechazados por ella con el pretexto de que querían rezagarla del plano político. La prensa a su vez aducía que tenía una anemia regular y por eso sus continuas faltas al trabajo. A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial, ubicada en aquel entonces en Austria y Libertador, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional.
En las elecciones generales de 1951 fue la primera vez que las mujeres pudieron presentarse como candidatas. Debido a su gran popularidad la presentación de la candidatura de Eva Perón era entonces un hecho inevitable. El movimiento obrero comprendió rápidamente que la candidatura de Evita al cargo de Vicepresidenta de la Nación, acompañando a Perón, significaba un fortalecimiento notable del sector sindical en el gobierno peronista. La audaz jugada desató una aguda lucha interna en el peronismo e intensas gestiones de los grupos de poder, en la que los sectores más conservadores presionaron fuertemente para evitarlo. Simultáneamente a este proceso Evita se encontraba padeciendo de fuertes dolores que los calmantes no lograban apaciguar, y , luego de rigurosos exámenes se le diagnostico Cáncer útero vaginal avanzado con peligrosas ramificaciones.
En ese contexto el 22 de agosto de 1951 se produjo el Cabildo Abierto del Justicialismo convocado por la CGT. La reunión convocó a cientos de miles de trabajadores y trabajadoras en la esquina de Belgrano y 9 de Julio y constituyó un hecho histórico fuera de lo común. En su transcurso los sindicatos le pidieron a Evita que aceptara la candidatura a Vicepresidente. Tanto Perón como Evita tomaron sucesivamente la palabra para sugerir que los cargos no eran importantes y que ya Evita ocupaba un lugar superior en la consideración de la población.
A medida que las palabras de Perón y Evita ponían de manifiesto las fuertes resistencias que despertaba su candidatura, la multitud empezó a exigirle a Evita que la aceptara allí mismo. En un notable diálogo con la multitud, Eva Perón parecía vacilar y pidió cuatro días para pensar. La multitud gritó reiteradamente "No" y propuso una huelga general. Evita volvió a insistir varias veces, incluso llorando. Finalmente volvió a pedir dos horas, diciendo: “Yo siempre haré lo que diga el Pueblo”
Texto del diálogo entre Evita y el pueblo en el Cabildo Abierto del 22 /08/1951
Evita: (hablando a la multitud y a Perón) Hoy, mi general, en este Cabildo Abierto del Justicialismo, el pueblo preguntó que quería saber de que se trata. Aquí ya sabe de qué se trata y quiere que el general Perón siga dirigiendo los destinos de la Patria.
Pueblo: ¡Con Evita! ¡Con Evita!
Evita: Yo haré siempre lo que el pueblo quiera. Pero yo les digo que así como hace cinco años he dicho que prefería ser Evita, antes que la mujer del presidente, si ese Evita era dicho para aliviar algún dolor de mi Patria, ahora digo que sigo prefiriendo ser Evita. La Patria está salvada porque la gobierna el general Perón.
Pueblo: ¡Que conteste! ¡Que conteste!
Espejo (CGT): Señora, el pueblo le pide que acepte su puesto.
Evita: Yo le pido a la Confederación General del Trabajo y a ustedes, por el cariño que nos profesamos mutuamente, para una decisión tan trascendental en la vida de esta humilde mujer, que me den por lo menos cuatro días.
Pueblo: ¡No, no, vamos al paro! ¡Vamos a la huelga general!
Evita: Compañeros, compañeros...yo no renuncio a mi puesto de lucha. Yo renuncio a los honores. (llorando) Yo haré, finalmente, lo que decida el pueblo. (aplausos y vivas) ¿Ustedes que si el puesto de vicepresidenta fuera un cargo y si yo hubiera sido una solución no habría contestado ya que sí?
Pueblo: ¡Contestación! ¡Contestación!
Evita: Compañeros, por el cariño que nos une, les pido por favor que no me hagan hacer lo que no quiero hacer. Se los pido a ustedes como amiga, como compañera. Les pido que se desconcentren. (La multitud no se retira) Compañeros... ¿Cuándo Evita los ha defraudado? ¿Cuándo Evita no ha hecho lo que ustedes desean? Yo les pido una cosa, esperen hasta mañana.
Espejo (CGT): La compañera Evita nos pide dos horas de espera. Nos vamos a quedar aquí. No nos movemos hasta que nos de la respuesta favorable.
Evita: Esto me toma de sorpresa. Jamás en mi corazón de humilde mujer argentina pensé que podía aceptar este puesto... Denme tiempo para anunciar mi decisión al país en cadena.
(Finaliza el acto)[35]
La multitud entendió esas palabras como un compromiso de Eva Perón de aceptar la candidatura. Sin embargo, nueve días después, Eva habló por radio para informar que había decidido renunciar a la candidatura. Ese momento es recordado por los simpatizantes del peronismo como Día del Renunciamiento.
“Eva Perón es el ángel tutelar de Perón, cuando el clamor popular le rogaba que se dignara a aceptar la Vicepresidencia; ella, con magnífico gesto, declinó el expreso deseo de un pueblo que quería cubrirla de honores” (…)[36]
Por supuesto que la deteriorada salud de Eva Perón resultó a la postre un factor determinante del fracaso de su candidatura a vicepresidente. Sin embargo ello no impidió que la propuesta de la CGT pusiera en evidencia las luchas internas al peronismo y en la sociedad, ante la eventualidad de que una mujer apoyada por los sindicatos pudiera ser elegida vicepresidente y eventualmente incluso presidente de la Nación. Un mes después se produjo el primer intento de golpe de estado contra Perón dirigido por el General Benjamín Menéndez.
En las elecciones que se llevaron a cabo el 11 de noviembre de 1951 Evita había sido operada seis días antes y debió votar en su cama del hospital.
El 15 de octubre publicó su libro "La razón de mi vida", escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella entre otros, con una primera edición de 300.000 ejemplares. Luego de su muerte se convertiría en libro de lectura en las escuelas.
El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo. Pese a ello participaba en los actos públicos. Uno de los más importantes de este período final de su vida fue el del 17 de octubre de ese año. El discurso que Evita pronunció ese día ha sido considerado como su testamento político; en él menciona nueve veces su propia muerte.
El 5 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el famoso médico oncólogo norteamericano, George Pack, en el Hospital de Avellaneda, construido por la propia Fundación Eva Perón. Seis días después votó allí, en su cama, en las elecciones generales que consagraron la reelección de Perón. Actualmente esa sala ha sido convertida en Museo.
Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi Mensaje, dictado al dirigente sindical de los docentes, Juan Jiménez Domínguez, y finalizado pocos días antes de morir. Se trata del texto más encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído luego de su muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de Plaza de Mayo, y que luego se extravió, para ser hallado en 1987. Sus hermanas sostuvieron entonces que se trataba de un texto apócrifo, iniciando un juicio que finalizó en 2006 estableciendo que se trata de un texto auténtico. Los siguientes fragmentos de Mi Mensaje, dan una idea de la naturaleza de su pensamiento en los últimos días de su vida:
“Me rebelo indignada con todo el veneno de mi odio, o con todo el incendio de mi amor —no lo sé todavía— en contra del privilegio que constituyen todavía los altos círculos de las fuerzas armadas y clericales (…) A Perón y a nuestro pueblo les ha tocado la desgracia del imperialismo capitalista. Lo he visto de cerca en sus miserias y crímenes. Se dice defensor de la justicia mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de todos los pueblos sometidos a su omnipotencia... Pero más abominables aun que los imperialistas son las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos”[37]
Como era de esperar, Perón ganó con amplio margen, el Domingo 2 de Diciembre Evita presento mejoría y salió a dar un paseo, se recuperó parcialmente y en las navidades grabó un mensaje y distribuyó juguetes desde la residencia presidencial.
El 2 de Febrero presentó complicaciones debido a que no fue extirpado completamente el tumor. Sufría de dolores intensos y permanecía en cama con su perra canela a los pies. Para asombro de todos, el 1º de Mayo presentó fuerzas suficientes y se dirigió a los descamisados por última vez, motivándolos una vez más a seguir a Perón. Con mucha fuerza y optimismo en su discurso dice:
“Yo saldré con mi pueblo trabajador, con las mujeres del pueblo, con los descamisados de la patria, para no dejar en pié ni un solo ladrillo que no sea Peronista”[38]
Al final de su discurso, la vida parecía haberse ido de su cuerpo. Pálida y ojerosa abandonó el balcón sostenida por Perón. Perón en uno de sus diarios de campaña (recogido por Navarro Maryssa) recuerda: “se oía solamente mi respiración, la de Eva, era imperceptible y fatigada, entre mis brazos no había mas que una muerta…”
Para finales de Mayo pesaba 38 kg, tenía el cuerpo lacerado, reducido sólo a piel a través de la cual se percibía el blancor de los huesos, sólo los ojos parecían vivos y elocuentes, a veces serenos, a veces desesperados. Se despedía poco a poco de sus amigos, les regalaba joyas, objetos diversos, recibía visitas de gobernadores, alcaldes y personalidades internacionales. Durante esos días la atmósfera se debatía en diferentes opiniones, por un lado, los círculos antiperonistas anunciaban su muerte, hablando de los olores nauseabundos que despedía, por otro lado, las iglesias de la capital y del resto del país se desvivían en misas, procesiones y plegarias para su recuperación. Se descubrían bustos y estatuas por todo el país. El Congreso la declaró “Jefa espiritual de la Nación” y “Angel tutelar de Argentina”. Honores sin fin en todos los estratos de la ciudad y velas encendidas por doquier frente a retratos de Evita.
El 18 de Julio a las 3 de la tarde, cayó en un coma. Alrededor de las 12 de la noche se levantó y caminó. Luego mandó a llamar al padre Hernán Benítez para que le otorgara la extremaunción.
Ya no quedaba más que esperar a que cesaran los dolores. El día antes de morir, con miles de personas frente a la residencia, Evita llama a Perón y le expresa una de las frases mas famosas de su historia: “No abandones nunca a los pobres, son los únicos que saben ser fieles”[39]
Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952, a las 20:25.
Un minuto mas tarde, la radio anunciaba “Ha muerto la jefa espiritual de la nación”. Frente a la residencia y en todas las calles de Argentina, la gente lloraba en silencio. El gobierno decretó de inmediato duelo nacional durante 10 días. Como la voluntad de Evita había sido ser embalsamada, el Dr. Pedro Ara comenzó los arreglos necesarios, junto a su ayudante, el peinador de Evita y su manicurista.
“Según testimonio de perón, Evita no quería consumirse bajo tierra, quería ser embalsamada. El encargado de conservar su cuerpo fue el Dr. Pedro Ara, famoso catedrático de anatomía”[40]
Al día siguiente fue expuesto el cadáver totalmente incorruptible y listo para el velatorio de 15 días en capilla ardiente, al que asistieron ininterrumpidamente más de 1000000 de personas en el más imponente velatorio de la historia Argentina
Se instalaron grandes retratos en varias provincias de Argentina y la gente llenó de flores las calles entre lágrimas y gritos desesperados en su último recorrido, el 11 de Agosto hacia el edificio de la fundación donde yacería hasta que estuviese construido el monumento. El fin sería marcado por 21 cañonazos.
La vida de Evita había llegado a su fin… sin embargo, como ni siquiera ella hubiese podido imaginar, comienza una segunda historia de Evita. Una historia llena de sobresaltos, intrigas, dolor y angustias que poco a poco colaboraron para convertirla en el icono histórico que actualmente representa. No solamente comienza su caminar hacia la inmortalidad y hacia una supuesta “santidad” que se debate entre diversas opiniones, sino que comienza una construcción imaginaria y epopéyica, en el que el pueblo argentino la eleva no solo a los altares personales, sino a un estatus de estrella literaria y cinematográfica como una mas de las grandes mujeres inmortalizadas en la época contemporánea.
Su recorrido hacia la inmortalidad comienza el 22 de noviembre de 1955 por la noche cuando un comando al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, que se encontraba en la CGT. La orden la había dado el dictador al mando del país en ese momento, General Pedro Eugenio Aramburu. Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso.
Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver.
Moori Koenig llegó a obsesionarse y quedar al borde de la locura. Terminó instalando el féretro de pie con el cadáver en su oficina, donde procedía a manosearla sexualmente y mostrársela a sus visitantes. Una de las personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta María Luisa Bemberg.
El dictador Pedro Eugenio Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor Cabanillas, sepultarlo clandestinamente. La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco "Paco" Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conté Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán.
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental.
En 1969 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue asesinado.
En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retomo". El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Puerta de Hierro (Madrid). En tal acción participó el brigadier (R) Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales.
En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de "cambiarlo" por el cadáver de Evita. Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial.
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se encuentra desde entonces.
Eva, la más vibrante personalidad que haya conocido América del Sur, descansa por fin. Ha sido sepultada en su tierra donde regresó después de 16 años de exilio. Durante ese período nunca llegaron a despintarse las leyendas que cubrían las paredes de Buenos Aires: “Devuelvan el cadáver de Evita”. Desde su muerte, sus descamisados nunca dejaron de hacer crecer el culto a su persona, ni siquiera luego del derrocamiento de Perón. El robo de su cadáver para ellos era el crimen del siglo que no perdonarían jamás. En 1975 cuando sus restos fueron trasladados a su patria, se hizo en medio de una gran concentración, el pueblo una vez mas se volcó a las calles, esta vez rindiéndole tributo a dos muertes, ya que Perón, muerto un año antes, yacerá expuesto una semana al lado de su amada Evita, con la cual reposa actualmente.
A más de medio siglo de su muerte, aún son continuas las opiniones en torno a la vida de este personaje, sin duda de gran importancia para el pensamiento social y la historia de Latinoamérica. La causa de su trascendencia política se ve reflejada no sólo en sus obras, sino en las características de su discurso.
Sus discursos, sumamente emocionales y de gran impacto popular, tuvieron la particularidad de tomar las mismas palabras peyorativas con las que la clase alta solía referirse a los trabajadores, para tornarlas en palabras elogiosas, como hizo con el término "grasitas", diminutivo afectuoso de "grasa", modo sumamente despectivo frecuentemente utilizado para referirse a los sectores populares, incluso en la actualidad. Eva también usaba habitualmente la palabra "descamisados" para dirigirse a los trabajadores, término que se constituyó en un símbolo del peronismo y enfatizaba su propio origen humilde como forma de solidarizarse con los trabajadores.
Evita insistía mucho también en criticar abiertamente a la clase alta argentina, a la que denominaba "la oligarquía", debido a la activa posición contra la democracia y promotora de la desigualdad social que ese sector había mantenido, así como al capitalismo y al imperialismo, terminología que coincidía con la que se utilizaba por entonces en el mundo sindical y los partidos de izquierda.
El discurso de Evita, fue el primero pronunciado desde el poder político por una persona integrante de la clase trabajadora y por una mujer, en la historia argentina. Su contenido tendió abiertamente a reivindicar los valores e intereses de los trabajadores y las mujeres. Por otro lado Evita utilizó un discurso emocional y socialmente muy polarizado, en una época en la que la polarización política y social fue extremadamente alta.
Otra de las muchas cosas que han trascendido de Eva Perón es la de su “Santidad”. Y dicha construcción tiene base en la historia. En Julio de 1952 mientras agoniza en la casa presidencial, en las calles, en las iglesias y hogares, el pueblo empieza a imaginar su dolor, imaginar su muerte y extrañar la presencia de Evita en su pueblo a través de rezos, responsos, procesiones y homenajes en los que se veneran retratos, bustos y se improvisan altares. Otra de las características que la ayudan a colocarse en el imaginario popular como “Santa” es que su muerte ocurre como la de cristo, ahogada en un profundo dolor y muerta a los 33 años, su cuerpo por obra de la “magia científica” se torna incorruptible, purificado y es presa de violentos acontecimientos.
“Entre Mayo de 1952 y Julio de 1954, el vaticano recibió mas de 40000 cartas de laicos y creyentes atribuyendo a Evita varios milagros y exigiendo su canonización. Estas peticiones se mantienen hasta la actualidad, pero debido a la negativa papal, se ha replegado dicho culto a la nación argentina y al espiritismo popular. Evita vibra con velas y peticiones en muchos altares argentinos. Es responsable de muchos milagros entre los pobres que la ubican en un plano sobrenatural en el imaginario colectivo de Argentina. [41]
No es solo el deseo de tocar a la santa como si fuera un talismán lo que mueve a las masas a su fé, es el deseo de ser escuchadas sobre sus problemas, sus necesidades, como Evita lo hizo en su vida. Evita se presenta como una mediadora directa de Dios y esto se presenta a través de revelaciones místicas desde hace ya mas de 30 años.
Evita alcanzó una gran popularidad y se convirtió en el centro de un vasto culto personalizado. Su imagen y nombre rápidamente aparecieron en todas partes, incluyendo el nombre de ciudades y una provincia argentina, posteriormente rebautizada La Pampa. La veneración de la que era objeto entre las clases populares de la sociedad argentina, enfadaba a la Iglesia Católica, al popularizarse gran cantidad de estampas que la representaban de modo similar al que se representa a la virgen María.
Su autobiografía La razón de mi vida fue establecida como libro de lectura en el sistema escolar.
Idolatrada por sus seguidores de la clase trabajadora, simultáneamente era ferozmente odiada por la clase alta argentina. Una muestra de este odio fue la leyenda "¡Viva el cáncer!" que se pintó en las paredes de los barrios de clase alta en los días finales de su vida.
Con respecto a su trascendencia política a partir de su muerte, resumiendo de alguna manera lo que se pudo haber plasmado en este articulo de investigación, la vida de Evita y su postura política han sido incorporadas ampliamente y por los sectores más diversos en la cultura argentina.
En primer lugar los sindicatos, vinculados estrechamente a ella durante su vida, han rescatado su nombre y su imagen, junto al de Perón, como símbolos máximos del protagonismo de los trabajadores en la historia argentina.
En segundo lugar el movimiento feminista y en general las organizaciones y personas dedicadas a defender los derechos de la mujer y la perspectiva de género. En este caso, la reivindicación de Evita atraviesa todas las ideologías políticas. Entre las nuevas generaciones nacidas con posterioridad a su muerte, Evita ha sido rescatada como un ejemplo revolucionario, muchas veces asociado con el Che Guevara. La relación simbólica entre Evita y el Che, ambos muertos trágicamente y jóvenes, ha sido destacada un sinnúmero de veces.
La izquierda peronista y en particular el grupo guerrillero Montoneros vinculó muy estrechamente su ideología y su accionar a la figura de Evita. Un famoso eslogan de esta organización decía si Evita viviera sería montonera. Tanto el secuestro y posterior asesinato del General Pedro Eugenio Aramburu como posteriormente de su cadáver, estuvieron relacionados con el intento de recuperar el cadáver de Eva Perón.
En su hermoso poema “Eva” María Elena Walsh se refiere a la influencia de Evita luego de su muerte del siguiente modo:
“Cuando los buitres te dejen tranquila
y huyas de las estampas y el ultraje
empezaremos a saber quién fuiste.”[42]
Otra razón por la que Evita ha quedado inmortalizada, es a través del Arte, en todas sus manifestaciones. Muchos han sido los productores que han visto a Evita como imagen de alta importancia musical y cinematográfica, desde el día siguiente de su muerte, se realizaron documentales y videos que recogieron su monumental muerte y sepelio. La Twentieth Century Fox, recogió imágenes de su muerte, velatorio y multitudinario entierro y realizó lo que se conoce como la primera producción en torno a Evita “Y Argentina detuvo su corazón” estrenado a dos días de su muerte y desaparecido actualmente.
De igual manera, mas de un centenar de obras que van desde libros, documentales, películas, musicales y poesías que han mantenido la figura de Evita en el tapete artístico y han construido su figura como personaje histórico contemporáneo.
Sin duda alguna la más conocida es la película musical Evita, interpretada por Madonna, basada en el musical que tanto éxito tuvo durante los años 70 y 80 y en el que destaca el tema "No llores por mí, Argentina".
Sin embargo, a continuación se esquematiza las obras más importantes conocidas sobre Evita:
Cine:
Eva Perón (1996), película argentina. Protagonizada por Esther Goris como Evita y Víctor Laplace como Perón, entre otros. Dirigida por Juan Carlos Desanzo, se concentra en particular en los eventos de 1951 como una encrucijada para Evita, el peronismo y la política argentina.
Evita (1996), basada en el musical, dirigida por Alan Parker, filmada parcialmente en Buenos Aires. Madonna fue quien interpretó a Evita, Antonio Banderas como el Che Guevara y Jonathan Pryce como Perón. También fue representada en televisión por Faye Dunaway.
Evita, quien quiera oír que oiga (1983), película de Eduardo Mignogna, interpretada por Flavia Palmiero con música de Lito Nebbia.
Música:
Evita (1975), musical británico producida por el compositor inglés Andrew Lloyd Weber, escrita por Tim Rice y protagonizada por Elaine Paige en el London's West End, por Patti LuPone en Broadway (Nueva York), por Paloma San Basilio en España e Hispanoamérica. El musical ha vuelto a estrenarse en 2006 en el Teatro Adelphi de Londres, interpretando a Evita la actriz argentina Elena Roger.
"No llores por mí, Argentina" (del original en inglés, Don't cry for me, Argentina) es el tema principal del musical, y representa un emotivo discurso de Eva Perón a los descamisados desde el balcón de la Casa Rosada. La canción ha sido interpretada por las mismas actrices que han encarnado a Evita en las representaciones teatrales (Elaine Paige, Patti LuPone, Paloma San Basilio y Elena Roger), así como otras de la talla de Nacha Guevara y Valeria Lynch en castellano. También la han cantado en inglés Sarah Brightman, Olivia Newton-John, Joan Baez, Donna Summer y Sinéad O'Connor, y en alemán Angelika Milster y Katja Ebstein. Madonna grabó varias versiones, entre ellas un remix y fue número uno en las listas de ventas.
Eva (1986), musical interpretado por Nacha Guevara, con textos de Pedro Orgambide y música de Alberto Favero. Estrenado en el teatro Maipo de Buenos Aires.
Evita (1990), opera de Andrés Pedro Risso, con la mezzo-soprano Christina Becker en el papel de Evita y el bajo-barítono Jorge Sobral en el papel de Perón. Estrenada en el Teatro Colón de Buenos Aires.
La Duarte (2004), espectáculo de danza-teatro creado especialmente por Silvia Vladimivsky para Eleonora Cassano, sobre una idea original de Lino Patalano y música de Sergio Vainikoff. Teatro Maipo.
Teatro:
Eva Perón, obra teatral escrita en 1969 por Raúl Natalio Damonte Taborda, Copi. Polémica obra ambientada en los últimos días de Eva Perón y su lucha contra el cancer.
Evita y Victoria, obra teatral escrita por la dramaturga Mónica Ottino, dirigida por Oscar Barney Finn y representada por Luisina Brando como Eva Duarte de Perón y China Zorrilla en el papel de Victoria Ocampo.
Cuento y Novela
Esa mujer (1963), cuento de Rodolfo Walsh, sobre la relación enfermiza que estableció con el cadáver el militar que lo secuestró. (Leer on line aquí)
Evita vive (1975), cuento de Néstor Perlongher. Generó una gran polémica al ser publicado en la Argentina por la revista El Porteño en 1989[58]. (leer online aquí)
Roberto y Eva. Historia de un amor argentino (1989), novela de Guillermo Saccomano que relaciona intertextualmente a Eva Perón y Roberto Arlt.
Santa Evita (1995), novela de Tomás Eloy Martínez, sobre la desaparición del cadáver de Evita.
Poesía:
Eva Perón en la hoguera, poema de Leónidas Lamborghini
Eva de María Elena Walsh (ver)
Volveré y seré millones, poema de José María Castiñeira de Dios, que generó la confusión generalizada de atribuirle la frase del título a Evita. Evita nunca pronunció dicha frase; Howard Fast se la atribuye a Espartaco en su novela del mismo nombre pero realmente fue pronunciada por el líder aymara Túpac Catari.
Historieta:
Evita, vida y obra de Eva Perón, realizada en 1970 por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Alberto Breccia. La misma no es una historieta en la concepción tradicional del género, ya que no se representa una acción de una viñeta a otra ni hay en ningún momento personajes con globos de texto; sino que hay grandes párrafos relatando la historia de Eva Perón acompañados de imágenes alegóricas de los momentos o situaciones relatados.
Museos:
Los principales museos sobre Eva Perón son:
Museo Evita, Lafinur 2988, Ciudad de Buenos Aires. Funciona en una casa que en tiempos de Eva Perón había sido un hogar para madres solteras de la Fundación Eva Perón.
Museo Casa Natal en Los Toldos, ciudad de Los Toldos, Provincia de Buenos Aires. Funciona en la casa ubicada en el pueblo de los Toldos a las que la familia se mudó cuando Eva Perón tenía siete años de edad. Ubicada en la calle Eva Perón 1021.
Sala Museo "Eva Perón", en el Hospital Juan Perón, Ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Se trata de la sala en la que Eva Perón fue internada y operada en 1951, y donde voto en las elecciones del 11 de noviembre de 1951.
Museo Eva Perón en la Unidad Turística Embalse, Río Tercero, Provincia de Córdoba. Funciona en una colonia de vacaciones construida por la Fundación Eva Perón. Ubicado en Camino a la Cruz S/N Embalse, Cordoba.
Curiosidades:
La frase volveré y seré millones, que en Argentina se le atribuye en forma generalizada como su expresión más conocida, nunca fue pronunciada por ella. En realidad la frase fue pronunciada por el líder aymara Túpac Catari en 1781 antes de ser descuartizado por el Imperio Español .[60]. Posteriormente Howard Fast puso la expresión en boca de Espartaco en su novela del mismo nombre publicada en 1951. Finalmente José María Castiñeira de Dios publicó en 1962 un poema con ese título dedicado a Evita, a los 10 años de su muerte, que generó la confusión generalizada.[43]
Recorrer las páginas de la vida de un ser tan trascendental para América latina como Evita Perón, e intentar descifrar las causas de su construcción histórica, política y cultural, ha sido una tarea titánica. Una tarea que puede, a todas luces, confundirse con una biografía más o una investigación lineal y conductista; sin embargo, en la construcción de esa misma vida, está la razón de su trascendencia histórica. ¿Razones? Su propia vida, ¿motivos? Sus descamisados y su gran amor por Perón, ¿seguidores o constructores? El pueblo y sus descamisados….
No bastan pocas líneas para cubrir tantas páginas de hechos, tantas páginas de legado, para resolver tantas incógnitas o sencillamente para conocerla. Por eso, a manera de conclusión, quien mejor que la propia Evita para cerrar el cuento de su vida, una vida llena de fortaleza, de logros, lágrimas y desdichas, amor y justicia, por lo tanto, que nuestra pluma se convierta en tinta, y nuestra mano se convierta en la voz de Evita, para que su legado, tal como ella lo soñó, sea conocido por millones…
“Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi Patria. Quisiera que de ella se diga, aunque no fuese más que en una pequeña nota, al pie del capítulo maravilloso que la historia ciertamente dedicará a Perón, algo que fuese más o menos esto: "Hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevarle al Presidente las esperanzas del pueblo, que luego Perón convertía en realidades". Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: "De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita".[44]
[1] s/a. Argentina Siglo XX “Contexto geográfico de Argentina” encontrado en http://www.homepages.mty.itesm.mx/al595030/html
[2] TELLO, Antonio. “Argentina, del caos político al crash económico” encontrado en http://www.eldigoras.com/eda/t01/art15argentinacaos.html
[3] CARUGO, F. “Resumen historia argentina 1930-1943” encontrado en: http://federicojcarugo.googlepages.com/resumen-historiaargentina19301943-romero
[4] CHÁVEZ, Fermín. “Perón y el peronismo en la historia contemporánea” Buenos Aires, Edit. Oriente 1975 p. 53
[5] NAVARRO, Marysa. “Evita” Editorial Corregidor. Buenos Aires. 1981. Cap I. p. 13
[6] DUJOVNE Ortiz, Alicia (1996), Eva Perón. La biografía, Buenos Aires: Aguilar. Cáp. I p. 19
[7] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Cáp. II. P. 26
[8] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Cáp. II. P. 27
[9] PERÓN, Eva.(1953) “La razón de mi vida” el dolor de los humildes. Buenos Aires. Peuser. P.85
[10] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Cáp. II. P. 48
[11] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Cáp. II. P. 58
[12] CHAVEZ, Fermín. (1975) Op. Cit. Pp. 63/65
[13] Cuadernos de Marcha. “El Peronismo 1943-1955”. Montevideo: Marcha, 1973
[14] MAIN, Mary. “La mujer del látigo. Eva Perón” Buenos Aires. Ediciones La Reja. 1955
[15] PERÓN, Eva.(1953) Op. Cit. P. 127.
[16] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Pág.112
[17] ACOSSANO, Benigno. “Eva Perón” su verdadera vida.Buenos Aires. Edit. Lamas. 1955 pp 129
[18] CUADERNOS DE CRISIS. “Eva Perón” Buenos Aires. 1974
[19] ARA, Pedro: El caso Eva Perón. (apuntes para la historia) Madrid 1974 Pp. 208-222
[20] GHIOLDI, Américo. El mito de Eva Duarte. Montevideo.1952. p. 151
[21] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Pág.139
[22] LOMBILLE, Román. Eva, la predestinada, alucinante historia de éxitos y frustraciones. Gure. Buenos Aires. 1955 pág. 134
[23] BESSONE, Riéfolo. Los derechos sociales de la mujer. Edit. Ateneo. Buenos Aires 1970. p.215
[24] ELLENA DELLA SOTA, Julio. La acción política de Eva perón. S/f. Buenos Aires. Pp. 12/45
[25] ACOSSANO, Benigno Op. Cit. P.127
[26] VIÑAS, David. 14 hipótesis de trabajo en torno a Eva Perón. Montevideo. S/e. 1965. Pp. 8-12.
[27] idem
[28] Histórico encuentro con Pío XII, La Razón, 27 de junio de 1947.
fuente: http://www.larazon.com.ar/diario_lr/especial/2005/04/15/0-958131.htm
[29]DUJOVNE, Alicia.El Papa bueno, Eva Perón y los judíos. The International Raoul Wallenberg Foundation, 2003. p.277
[30] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Pp. 225-236
[31] PERÓN, Eva.(1953) Op. Cit. Pp. 108 - 205
[32] Idem. Pp. 101-107
[33] DUARTE, Erminda. Mi hermana Evita. Centro de Estudios Eva Perón. Buenos Aires. 1972. P.138
[35] Eva Perón: su palabra, su pensamiento, su acción. Presidencia de la Nación. Subsecretaria de Información. S/F. S/A
[36] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Pág. 299
[37] Escribe Eva Perón. Buenos Aires, Ediciones Argentinas. 1973. Pág. 32
[38] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Pág. 303
[39] NAVARRO, Marysa Op. Cit. Pág. 306
[40] ACOSSANO, Benigno Op. Cit. P.201
[41] LOPEZ, Oscar. Santa Evita ¿Cartesianismo o apuesta por lo real maravilloso? St Louis University. 2007. encontrado en: www.lehman.cuni.edu/aberletras/v09/lopezo.html
[42] WALSH, María Elena. “Eva” encontrado en: http://www.lapatriagrande.com.ar/eva.htm
[43] Todos las fichas artísticas colocadas aquí son encontradas en: www.me.gov.ar/efeme/evaperon/pantalla.html
[44] Eva Perón. Sus nombres. http://es.wikipedia.org/wiki/Eva_Per%C3%B3n
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