Te amo como el viento que se enreda en los pinos,
Como ilumina la luna las aguas de un río,
Como se transforma la niebla en danzantes figuras
Como una gaviota de plata que construye su nido.
Te amo, aunque solo sea la vela de un negro barco
Y a veces amanezca como la red húmeda de un espartano.
Te amo aunque te oculte el horizonte
Te amo aunque tu mano sobre la mía sea ensueño sin norte.
A veces van mis besos sobre mares del ocaso,
Que navega y se hunde en el mar del fracaso.
Tengo hambre de tu boca, de tu voz y de tu pelo.
De tu risa resbalada, de tus manos de granero.
Quiero comer el rayo quemado de tu vientre
Y comer tu piel como una serpiente.
Quiero beber la sombra fugaz de tus pestañas
Y zambullirme en el ocre de tus ojos de grana
Te amo sin saber como ni cuando, ni donde,
Te amo porque no se amar de otra manera,
Te amo como la flor que no florece,
Pero que lleva dentro tierra sol y primavera.
Te amo tanto que no soy ni eres.
Te amo tanto que tu mano cerca de mi pecho es mía
Te amo que mis ojos se cierran con tu sueño
Y tu aliento sobre mi cuello es vida
Te amo tanto que te busco entre las horas
Te amo tanto que mi voz casi me ahoga
Te amo tanto que mi alma me abandona
Y corre a buscarte, muy de prisa, sin demora.
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